Aunque los progresos son relevantes, lo cierto es que los datos pueden y deben mejorar. Se cree que aún tendrían que pasar 134 años para alcanzar la igualdad real entre hombres y mujeres. Unas cinco generaciones aún. ¿Podemos hacer algo para acelerar el cambio?
Un retroceso del covid
Según un cálculo del Foro Económico Mundial, las sociedades se encuentran a cinco generaciones de media de alcanzar una verdadera paridad de género, es decir, a unos 134 años. Todo esto pese a que la lucha contra la brecha de género ha mejorado. En concreto, la paridad de género en la fuerza de trabajo se ha recuperado hasta el 65,7%, con respecto al 62,3% en el periodo de la crisis sanitaria. Esto se debe al impacto tan negativo que tuvo en las mujeres el covid, que obligaron a muchas trabajadoras a volcarse al cuidado de sus parientes más vulnerables.
De forma general, la paridad de género se eleva actualmente al 68,5%. En el ránking de los países más avanzados en este ámbito, Islandia, Finlandia y Noruega ocupan -en este orden- los primeros lugares, con el primero que consigue un brillante 93,5 % de brecha de género. España ocupa el décimo lugar, con un 79,7 % de brecha, más de un 11 % por delante de la media de los países analizados.
Disparidad de género, sobre todo en la política
Pese a que la igualdad está aumentando en general, hay sectores donde más se resiste. Y no solo en sectores masculinizados, si no en otros donde su paridad puede hacer multiplicar la paridad en general. Es el caso de la política. Según datos de la Unión Interparlamentaria, a nivel mundial, solo el 25% de los parlamentarios son mujeres. Esta cifra varía considerablemente entre regiones y países, con algunos alcanzando cifras más altas gracias a medidas como cuotas de género, mientras que en otros la representación femenina es extremadamente baja.
Por contra, aunque la presencia de mujeres en las áreas de ingeniería de la inteligencia artificial se ha duplicado desde 2016, la disparidad de género en las áreas científicas, tecnológicas y de matemáticas se mantiene baja, con apenas un 29 % de mujeres que ocupan puestos de inicio de carrera.
Cómo acelerar el progreso a la igualdad
Está claro que se debe acelerar el progreso. Cinco generaciones es demasiado para esperar a una sociedad donde en el ámbito del trabajo hombres y mujeres tengan las mismas oportunidades. ¿Qué podemos hacer?
Implementar políticas de Igualdad de Género
Legislación: Los gobiernos deben promulgar y hacer cumplir leyes que promuevan la igualdad de género en el lugar de trabajo. Esto incluye leyes contra la discriminación, leyes de igualdad salarial, y leyes de acoso sexual.
Políticas de empresa: Las empresas deben desarrollar políticas internas que promuevan la igualdad de género, como programas de diversidad e inclusión, políticas de tolerancia cero hacia la discriminación y el acoso, y medidas para asegurar la igualdad salarial.
Fomentar la educación y capacitación
Formación continua: Proveer oportunidades de formación y desarrollo profesional para mujeres puede ayudar a reducir la brecha de habilidades y aumentar su representación en roles de liderazgo.
Educación en igualdad: Incluir la igualdad de género en los currículos educativos y ofrecer capacitación en diversidad y sensibilización de género en el lugar de trabajo.
Promover la conciliación corresponsable
Permisos parentales: Implementar y fomentar el uso de permisos de maternidad y paternidad equitativos. Los permisos parentales deben ser suficientemente largos y bien remunerados para que ambos padres puedan participar en el cuidado de sus hijos sin afectar negativamente su carrera.
Horarios flexibles: Ofrecer horarios de trabajo flexibles y opciones de teletrabajo puede ayudar a las personas a equilibrar mejor sus responsabilidades en materia de conciliación.
Servicios de cuidado infantil: Proveer acceso a servicios de cuidado infantil asequibles y de calidad facilita que más mujeres puedan participar plenamente en la fuerza de trabajo.
Garantizar la Igualdad Salarial
Auditorías salariales: Las empresas deben realizar auditorías salariales regulares para identificar y corregir las disparidades salariales entre hombres y mujeres.
Transparencia salarial: Fomentar la transparencia en las políticas salariales y permitir que los empleados conozcan las bandas salariales y los criterios de remuneración.
Promover a mujeres en roles de liderazgo
Cuotas de género: Considerar la implementación de cuotas de género para asegurar una representación equitativa de mujeres en roles de liderazgo y en juntas directivas.
Mentoría y patrocinio: Crear programas de mentoría y patrocinio para mujeres, ayudándolas a avanzar en sus carreras y prepararse para roles de liderazgo.
Combatir los estereotipos de género
Campañas de sensibilización: Realizar campañas de sensibilización para desafiar y cambiar los estereotipos de género en el lugar de trabajo y en la sociedad en general.
Visibilidad: Dar visibilidad a las mujeres exitosas en diversos campos para proporcionar modelos a seguir y demostrar que el éxito no está limitado por el género.
Crear un entorno de trabajo inclusivo
Espacios seguros: Crear un entorno de trabajo donde todos los empleados se sientan seguros y respetados, y donde se promueva activamente la diversidad y la inclusión.
Participación y voz: Asegurar que las mujeres tengan una voz igualitaria en la toma de decisiones y en la planificación estratégica de la empresa.
Reducir la desigualdad entre hombres y mujeres requiere un enfoque integral que combine legislación, políticas de empresa, educación, y cambios culturales. Al implementar estas estrategias, las sociedades pueden avanzar hacia una mayor igualdad de género, lo que no solo es justo, sino que también beneficia a las organizaciones y economías en general.