Con la entrada en vigor de la Directiva de Informes de Sostenibilidad Corporativa (Corporate Sustainability Reporting Directive, CSRD) en 2023, la Unión Europea es un paso significativo para aumentar la responsabilidad y transparencia de las empresas en temas de sostenibilidad. Esta directiva obliga a las empresas a informar sobre sus impactos medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG), con el objetivo de fomentar la sostenibilidad y la equidad en el ámbito empresarial. En España, el proceso de trasposición de la CSRD ya está en marcha y promete transformar el panorama de la información corporativa.
La importancia de esta directiva
La CSRD es una evolución de la antigua Directiva de Información No Financiera (Non-Financial Reporting Directive, NFRD), que se aplicaba a grandes empresas de interés público. Sin embargo, la NFRD fue criticada por su falta de rigor y por el alcance limitado de las empresas que estaban obligadas a cumplirla. La nueva CSRD amplía estos requisitos y establece estándares más estrictos para garantizar una información más completa y fiable sobre los aspectos ESG.
Principales objetivos de la CSRD:
- Aumentar la transparencia sobre los impactos de las empresas en el medio ambiente y la sociedad.
- Comparabilidad de datos mediante la configuración de informes estandarizados.
- Incluir a más empresas en los requisitos de reporte, incluyendo a las pymes con más de 250 empleados y todas las empresas que cotizan en bolsa.
Proceso de Trasposición de la CSRD en España
La trasposición de la CSRD en España implica la incorporación de los requisitos de la directiva al marco legal español, lo que afectará tanto a grandes empresas como a pymes. El proceso está liderado por el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, en colaboración con la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El Gobierno español ha expresado su intención de acelerar este proceso de trasposición para garantizar que las empresas nacionales estén preparadas para cumplir con las nuevas obligaciones de reporte a partir de 2025. Entre las principales novedades de la trasposición, se espera la introducción de:
- Normativas específicas para las pymes, adaptando los requisitos de reporte a su tamaño y recursos.
- Mecanismos de control y sanciones, para asegurar el cumplimiento y la fiabilidad de los informes.
- Incentivos para las empresas que adopten prácticas sostenibles, como deducciones fiscales y acceso a financiación preferencial.
¿Qué empresas estarán afectadas por la CSRD?
A diferencia de la antigua NFRD, la CSRD amplía el alcance de las empresas obligadas a reportar información ESG. En España, esto significa que más de 50.000 empresas estarán sujetas a los nuevos requisitos, frente a las 11.700 que lo estaban bajo la NFRD.
Las empresas afectadas serán:
- Empresas grandes: tienen más de 250 empleados, con un balance superior a 20 millones de euros o ingresos por encima de 40 millones de euros.
- Pequeñas y medianas empresas que cotizan en bolsa, excluyendo las microempresas.
- Empresas no europeas que generan ingresos significativos en la UE, lo que incluye a filiales de grandes multinacionales.
¿Cuáles son los requisitos de reporte de la CSRD?
La CSRD establece que las empresas deberán reportar de acuerdo con los Estándares Europeos de Información de Sostenibilidad (ESRS), desarrollados por el Grupo Consultivo Europeo sobre Información Financiera (EFRAG). Estos estándares abarcan una amplia gama de indicadores ESG, incluyendo:
- Impactos medioambientales: emisiones GEI, consumo de recursos, y gestión de residuos.
- Impactos sociales: condiciones laborales, igualdad de género, y respeto a los derechos humanos.
- Gobernanza: estructura de la empresa, políticas anticorrupción y medidas de diversidad.
Los informes deberán ser verificados por auditores independientes, lo que garantizará la precisión y fiabilidad de los datos presentados.
Beneficios para las empresas españolas
Aunque el cumplimiento de la CSRD supondrá un desafío para muchas empresas, también presenta oportunidades significativas, especialmente para aquellas que adopten una estrategia proactiva de sostenibilidad.
Mejora de la reputación corporativa: las empresas que demuestren un fuerte compromiso con la sostenibilidad ganarán la confianza de los consumidores, inversores y otros grupos de interés.
- Acceso a financiación verde: los informes ESG detallados permitirán a las empresas acceder a nuevos fondos de inversión sostenibles y a programas de financiación preferencial, tanto a nivel nacional como europeo.
- Cumplimiento normativo y reducción de riesgos: al cumplir con los requisitos de la CSRD, las empresas podrán minimizar riesgos regulatorios y evitar sanciones.
Retos de la trasposición en España
El proceso de trasposición de la CSRD no está exento de retos. Algunas de las principales dificultades que enfrentan las empresas españolas incluyen:
- Falta de preparación y recursos: muchas pymes no están familiarizadas con los requisitos de reporte ESG y carecen de los recursos necesarios para cumplir con las nuevas normativas.
- Complejidad de los estándares: los ESRS son amplios y detallados, lo que puede resultar complicado para las empresas que no cuentan con experiencia previa en la elaboración de informes de sostenibilidad.
- Costes asociados al cumplimiento: la necesidad de contratar auditores externos y la recopilación de datos ESG puede implicar un coste significativo, especialmente para las empresas más pequeñas.
La trasposición de la CSRD en España representa un cambio significativo en la forma en que las empresas gestionan y reportan su desempeño en sostenibilidad.
El éxito de esta nueva normativa dependerá de la colaboración entre el sector público y privado, así como del desarrollo de herramientas y recursos para ayudar a las empresas a cumplir con los nuevos requisitos. En última instancia, la CSRD no solo fomentará la transparencia y la responsabilidad empresarial, sino que también contribuirá a una economía más sostenible y equitativa en España.
En enero de 2025, con la plena entrada en vigor de estas normativas, el panorama empresarial cambiará para siempre, marcando un antes y un después en la estrategia de sostenibilidad corporativa en el país.