
En España, la climatización de edificios y procesos industriales representa alrededor del 41% del consumo energético final, y gran parte de este consumo sigue dependiendo de combustibles fósiles. La aerotermia, mediante bombas de calor, aprovecha la energía del aire exterior para generar calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria, con un consumo eléctrico mucho menor que los sistemas tradicionales. Esto permite que, desde el primer día, las empresas reduzcan sus costes energéticos y mejoren su eficiencia, convirtiendo un gasto fijo en una inversión en sostenibilidad.
¿Qué ventajas ofrece la bomba de calor frente a las tecnologías tradicionales?
La bomba de calor, también conocida como aerotermia, utiliza la energía del aire exterior para climatizar espacios y generar agua caliente. Es hasta cuatro veces más eficiente que las calderas convencionales alimentadas por gasóleo, gas natural u otros combustibles fósiles, lo que se traduce en ahorros de hasta un 70% en la factura energética.
Además, reduce significativamente las emisiones de CO₂ y permite cumplir con las exigencias normativas europeas en materia de eficiencia y descarbonización.
¿Qué sectores están adoptando más esta solución y por qué?
Principalmente aquellos con una demanda térmica elevada y constante: hospitales, residencias, gimnasios, hoteles, centros educativos, centros comerciales, industrias y comunidades de propietarios. En todos estos casos, la bomba de calor permite sustituir sistemas basados en combustibles fósiles por una solución renovable, eficiente y escalable, sin comprometer la operativa ni la experiencia del usuario. Es una tecnología que mejora costes, reputación corporativa y reduce la huella de carbono.
¿Y dentro de ellos, algún caso que requiera especial atención?
Sí. El caso de negocio es especialmente favorable en instalaciones con altos costes energéticos —como las que aún utilizan gasóleo—, en edificios con gran consumo de agua caliente, como los que cuentan con piscinas climatizadas, y en situaciones donde las calderas son antiguas o generan costes de mantenimiento elevados. También en zonas con climas fríos o extremos, donde la demanda térmica es más intensa, la eficiencia de la aerotermia se traduce en ahorros significativos y mayor viabilidad económica.
Pablo, ¿por qué nace ATuAire?
ATuAire nace con una misión clara: acelerar la electrificación del calor en sectores clave como el terciario, industrial y residencial colectivo.
Aunque España ha avanzado notablemente en la descarbonización de la generación eléctrica —en 2024, el 76,8% de la demanda fue libre de emisiones de CO₂—, la climatización de edificios y procesos industriales sigue dependiendo en gran medida de combustibles fósiles.
Dado que el 41% del consumo de energía final en España corresponde al calor, su electrificación es imprescindible para alcanzar una descarbonización total. Con ATuAire, Iberdrola da un paso más en su compromiso climático, ofreciendo soluciones de bomba de calor, accesibles y adaptadas a las necesidades reales de empresas y comunidades de propietarios.
¿Qué diferencia a ATuAire y a su propuesta de valor de la competencia?
R. ATuAire combina la agilidad de una startup con el respaldo de una gran multinacional. Aunque operamos de forma independiente, contamos con el apoyo del Grupo Iberdrola, lo que nos permite ofrecer condiciones energéticas y financieras altamente competitivas.
- Nuestra propuesta se traduce en proyectos llave en mano con financiación total, ahorro desde el primer día y acceso a soluciones que antes solo estaban al alcance de grandes consumidores, como los contratos PPA —acuerdos de compraventa de energía a largo plazo—.
- Además, acompañamos al cliente en todo el proceso: diagnosis energética, diseño, instalación, mantenimiento y gestión de ayudas. Todo con tecnología eficiente y energía 100% renovable, adaptada a las necesidades reales de cada empresa o comunidad.

¿Cómo facilita ATuAire la financiación de los proyectos y qué papel juegan los CAES?
En ATuAire ofrecemos un modelo llave en mano que elimina barreras de entrada: asumimos el 100% de la inversión inicial, lo que permite al cliente acceder a la tecnología sin desembolso y sin impacto en su balance. Además, gestionamos todas las ayudas disponibles, incluyendo los Certificados de Ahorro Energético (CAE), que descontamos directamente del precio del proyecto, acelerando el retorno y mejorando la viabilidad económica desde el inicio.
Lo que pretendemos es que cada cliente dirija sus recursos económicos a lo que mejor sabe hacer: mejorar sus instalaciones y su productividad. Queremos que no se tenga que preocupar por la inversión que conlleva la parte energética, pero siempre con un componente común: les aseguramos siempre mejorar su eficiencia y ahorros desde el primer día.
Has nombrado antes los CAEs ¿Qué son exactamente y por qué ATuAire es un aliado clave?
Los CAEs son ayudas directas a la inversión que premian el ahorro energético. Por cada actuación de eficiencia energética en una instalación, el cliente recibe una compensación económica.
En ATuAire no solo tramitamos estas ayudas: gestionamos todo el proceso de principio a fin y adelantamos el importe, para que el cliente no tenga que esperar ni preocuparse por la burocracia, de esta manera nos permite ofrecer condiciones ventajosas a nuestros clientes, ya que ATuAire forma parte de un grupo que actúa como sujeto obligado en el sistema CAEs. Gracias a esta posición, disponemos de condiciones preferentes que refuerza aún más la viabilidad económica de los proyectos que acometemos.
¿Qué mensaje darías a las empresas que aún dudan de esta tecnología?
La aerotermia no es una promesa de futuro: es una realidad consolidada en Europa, incluso en países con climas más exigentes que el nuestro. Su amplia implantación demuestra que hablamos de una tecnología madura, fiable y plenamente alineada con los objetivos de descarbonización.
En España, además, contamos con una ventaja competitiva: nuestras condiciones climáticas permiten aprovechar al máximo el autoconsumo fotovoltaico. La combinación de aerotermia, energía solar, almacenamiento y gestión inteligente de la demanda no solo reduce la factura energética, sino que incrementa la autonomía y refuerza la competitividad empresarial en clave sostenible.
Para las empresas, apostar por esta tecnología es posicionarse hoy en el lado correcto del cambio: más rentables, más resilientes y mejor preparadas para lo que viene.
¿Por qué deberían las empresas apostar por la aerotermia?
En un entorno empresarial marcado por la presión regulatoria y la volatilidad energética, la aerotermia se presenta como una solución rentable y sostenible.
Además, al incorporar tecnologías limpias, refuerzan su reputación ante clientes, inversores y administraciones, y se posicionan para cumplir con los objetivos europeos de descarbonización. No es solo una mejora técnica: es una decisión estratégica que impulsa competitividad y resiliencia.
¿Podrías compartir los números de un caso tipo?
Sí. En el sector terciario, un caso tipo —sin contar subvenciones, salvo el descuento por Certificados de Ahorro Energético (CAEs)— puede alcanzar ahorros de hasta 15% durante los 6 años de financiación. Una vez amortizada la inversión, los ahorros pueden superar el 45%, lo que confirma la rentabilidad, estabilidad y sostenibilidad de este tipo de soluciones.