¿Qué factores determinan el valor de una empresa? Hace unos años, esta pregunta podría haberse respondido desde términos estrictamente financieros, pero para personas inversoras y analistas, en los últimos años han entrado en juego otros conceptos importantes relacionados con factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo. Son los denominados criterios ESG empresariales, los cuales permiten evaluar el desempeño de las organizaciones desde perspectivas como la sostenibilidad medioambiental, las relaciones humanas o el liderazgo.
De esta forma, los grupos de interés o stakeholderspueden utilizarlos como herramienta para averiguar hasta qué punto una organización está comprometida con el mundo que la rodea. Principalmente, porque, si la empresa concreta e integra criterios ESG en su día a día, puede reducir el impacto que su actividad tiene en el entorno, además de crear un ambiente adecuado para su personal y favorecer una administración transparente, ética e igualitaria.
ESG y la Agenda 2030: un compromiso global
En septiembre de 2015, 193 países aprobaron y firmaron el mayor plan de acción global de la historia para lograr un mundo inclusivo y próspero. Este se denominó Agenda 2030 y estableció 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible para alcanzar en el plazo de 15 años, abarcando metas sociales, económicas y ambientales. Así que nació con varios propósitos de calado, como eliminar la brecha de género, erradicar el hambre, potenciar la acción climática, promover la paz o fomentar la transparencia, entre otros.
Son objetivos ambiciosos que necesitan de la implicación de toda la sociedad para su consecución. Incluyendo, por supuesto, el sector privado, ya que las empresas juegan su propio papel como motores económicos, laborales e incluso culturales de los países. De ahí que sea importante que asuman su responsabilidad y que trabajen en la integración de prácticas sostenibles y de buena gobernanza en sus estrategias, operaciones y cadenas de valor.
Es aquí donde entran en juego los criterios ESG, porque representan una forma práctica para que las compañías se impliquen y participen en la consecución de varios de los ODS. Como, por ejemplo:
- ODS 5 (Igualdad de género): mediante criterios sociales que incluyan políticas de equidad e inclusión laboral.
- ODS 8 (Trabajo decente y crecimiento económico): a través de prácticas sociales para la mejora de las condiciones laborales y el respeto de los derechos humanos.
- ODS 12 (Producción y consumo responsables): gracias a enfoques sociales y de buen gobierno, para una correcta gestión de residuos y gobernanza ambiental.
- ODS 13 (Acción por el clima): aplicando prácticas medioambientales que supongan la reducción de emisiones y una mayor eficiencia energética.
- ODS 16 (Paz, justicia e instituciones sólidas): a partir de una gobernanza que favorezca la transparencia y la aplicación de una ética corporativa.
Importancia de los criterios ESG para las empresas
Es importante que las empresas que quieran estar alineadas con la Agenda 2030 sepan qué son los criterios ESG para que puedan llevar la teoría a la práctica sin que su actividad se vea perjudicada. Es más, si logran implementarlos correctamente en sus procesos, incluso podrán obtener numerosas ventajas.
Desde el punto de vista competitivo, estas buenas prácticas tienden a atraer tanto financiación como talento, porque resultan atractivas para las personas inversoras y profesionales que están comprometidos con el medioambiente y la sociedad. Además, las ayudan a gestionar sus riesgos, porque reducen su exposición a problemas legales, reputacionales u operativos. Y también las posicionan adecuadamente de cara a las personas consumidoras, ya que estas se muestran cada vez más preocupadas por el impacto que sus decisiones tienen en el entorno: por ejemplo, según un estudio de PWC realizado en 31 países europeos, están dispuestas a pagar un 9,7 % más por obtener bienes sostenibles.
Mientras que, desde la perspectiva reputacional, implicarse con los criterios ESG para empresas suele traducirse en mejoras de la imagen corporativa y de la confianza del público, en relaciones más sólidas con los mencionados stakeholders y en mayor resiliencia frente a situaciones de crisis. Sin olvidar la posibilidad de obtener el reconocimiento de terceros mediante la obtención de sellos o certificados de prestigio, como pueden ser los emitidos por AENOR o IASE.
Normativa ESG en España y Europa
Actualmente, el marco regulatorio español está desarrollándose para tratar de alinearse con las normativas y directivas europeas en materia de sostenibilidad, gestión social y gobernanza. Su propósito es guiar a las empresas nacionales en su transformación para que puedan poner en marcha planes y estrategias que garanticen estas buenas prácticas y sean compatibles con el respeto hacia el medio ambiente y los derechos humanos.
Algunas de las normas más importantes en estos momentos son las siguientes:
- Ley 11/2018, de 28 de diciembre, de Información no Financiera y Diversidad: obliga a las grandes empresas (por ejemplo, de más de 500 profesionales) a informar sobre cuestiones no financieras relacionadas con los criterios ESG. En este caso, se alinea con la directiva de la UE 2014/95/UE, pero en España la norma es más estricta en lo que respecta a las organizaciones que deben cumplirla y la información que deben presentar.
- Directiva CSRD (Corporate Sustainability Reporting Directive): determina la obligación de presentar informes ESG estandarizados y verificados por terceros. En el caso español todavía está en proceso de implementación, por lo que la Comisión Europea ha publicado un marco voluntario que permite que las pymes puedan realizar un reporte simplificado para presentar su información con claridad y sin necesidad de auditorías ni procesos complejos.
- Directiva CSDDD (Corporate Sustainability Due Diligence Directive): exige que las grandes compañías evalúen y mitiguen su impacto en los criterios ESG a lo largo de toda la cadena de valor. España dispone hasta julio de 2027 para incorporarla a su legislación nacional, por lo que, para entonces, las empresas implicadas deberán tomar medidas para prevenir, mitigar y remediar los impactos negativos que identifiquen, establecer canales de quejas accesibles o informar periódicamente sobre su cumplimiento, entre otras medidas.
- Reglamento (UE) 2019/2088 o SFDR (Sustainable Finance Disclosure Regulation): normativa europea que establece normas armonizadas para la transparencia de los participantes en los mercados financieros y los asesores. Estos deben informar sobre cómo integran los factores de sostenibilidad y los criterios ESG empresariales en sus actividades y productos.
- Ley de Responsabilidad Medioambiental (Ley 26/2007): se aplica en empresas de sectores de alto riesgo, como el químico, el minero o el de gestión de residuos. Las obliga a prevenir a contar con garantías financieras para cubrir los daños ambientales que pudieran causar sus actividades.

Cómo implementar criterios ESG en tu empresa
Para integrar prácticas de sostenibilidad y de buena gobernanza, además de promover los derechos de las personas y la igualdad social, las organizaciones pueden seguir estos pasos:
1. Análisis de la situación de partida
En primer lugar, cada empresa debe hacer un diagnóstico sobre la importancia que tiene para ella cada uno de los pilares de las prácticas ESG. Por ejemplo, desde el punto de vista medioambiental ha de evaluar su consumo energético, su huella de carbono o su gestión de los residuos; desde el social, sus políticas de inclusión y diversidad o las condiciones laborales de sus profesionales; y, en el área de la gobernanza, su nivel de transparencia, su cumplimiento normativo o su ética empresarial. Esto le permitirá detectar las áreas de mejora en las que necesitará trabajar.
2. Determinar los objetivos a cumplir dentro de cada criterio ESG
El siguiente paso para la empresa es fijar las metas que quiere alcanzar en un plazo de tiempo determinado. Para ser más sostenible, puede tratar de reducir su consumo energético un 20 % o implementar un plan de reciclaje. Para mejorar el ambiente de trabajo y favorecer la igualdad, puede crear comisiones negociadoras y de seguimiento, favorecer la conciliación laboral y establecer una política salarial equitativa. Y para su adecuada gobernanza, puede tomar medidas para garantizar la diversidad y pluralidad de su junta directiva, facilitar a sus personas trabajadoras canales de denuncia o fomentar la participación de sus accionistas.
3. Integrar los criterios ESG en la estrategia empresarial
Una vez que la empresa tiene claro lo que quiere conseguir, debe trazar un plan e integrarlo en su estrategia de negocio. Es fundamental que cada nueva medida esté alineada con la misión, la visión y los valores de la organización; y que también se dispongan de los recursos necesarios para llevarla a la práctica. Todo ello sin olvidar la utilización de métricas adecuadas para medir cada paso en este proceso y poder tomar las mejores decisiones en todo momento.
4. Implicar a todas las personas trabajadoras de la empresa
La implementación de los criterios ESG en la empresa recaerá en su equipo humano, porque será el que llevará a la práctica las medidas del plan. Las personas de la alta dirección deben entender la importancia de la sostenibilidad y comprometerse con estas acciones para lograr resultados; mientras que el resto de la plantilla necesita formarse en prácticas medioambientales, ética y responsabilidad social. Por eso, la organización debe fomentar su participación en talleres sobre diversidad e inclusión, en cursos sobre eficiencia energética o en charlas sobre transparencia.
5. Reporte y transparencia
Además de percibirse dentro de la organización, los resultados de integrar los criterios ESG también deben comunicarse al exterior. Como ya hemos comentado, estas prácticas fortalecen la imagen corporativa, incrementan la competitividad y atraen el talento, por lo que compartir todos estos avances —mediante informes anuales o la aparición en rankings— con los grupos de interés, como profesionales, clientes y personas inversoras,será también imprescindible para que todo este trabajo tenga un impacto positivo en la empresa.
6. Colaboración y alianzas con terceros
La colaboración entre empresas y otros actores sociales es clave para avanzar hacia un modelo de trabajo más sostenible y comprometido con la sociedad. Por ello, resulta altamente recomendable explorar acuerdos y alianzas con otras compañías, proveedores, administraciones públicas, instituciones académicas, ONGs y organismos especializados.
Establecer este tipo de sinergias permite compartir conocimientos, recursos y buenas prácticas, lo que se traduce en mejores resultados durante el proceso de transformación empresarial. La suma de esfuerzos multiplica el impacto positivo y refuerza el compromiso colectivo con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
7. Revisión y propósito de mejora constante
Los criterios ESG para las empresas están en constante evolución. Las compañías comprometidas con estas políticas deben estar al día de las normativas y tendencias para revisar su estrategia y aplicar los cambios que estimen convenientes. Para ello, pueden aprovechar la tecnología para innovar y mejorar sus resultados, ya que la inteligencia artificial puede ayudarlas a automatizar tareas, predecir riesgos, optimizar sus recursos o mejorar la comunicación con las personas.
Apoyo institucional: servicios y recursos para empresas
Por todo lo comentado, la adopción de criterios ESG por parte de las empresas se ha convertido en una estrategia fundamental para alcanzar el éxito en los mercados actuales. Según datos de la plataforma especializada DoGoodPeople, recientemente el 95 % de las grandes compañías de España han incrementado su inversión en esta área. Un esfuerzo que, tal y como refrenda el informe ‘CxO Sustainability Report 2024’ de Deloitte —realizado tras hablar con más de 2.100 personas ejecutivas de 27 países—, ha ayudado a incrementar la resiliencia empresarial del 24 al 40 % en el último lustro.
Sin embargo, todavía hay organizaciones que no tienen claro por dónde empezar para implementar estos criterios ESG para mejorar su sostenibilidad y buena gobernanza. Por ejemplo, se calcula que 4 de cada 10 tienen problemas para hacerlo por la complejidad de las normativas, mientras que el 78 % aseguran tener dificultades para incorporar perfiles profesionales especializados en este campo.
Por esta razón, en los Servicios Empresariales de la Cámara de Comercio de Madrid acompañamos a las empresas locales para que busquen las soluciones que necesitan para abordar su desarrollo empresarial sostenible y su transformación según los criterios ESG. Para ello, ofrecemos dos servicios que fomentan los modelos preparados para responder a las preocupaciones sociales, medioambientales y económicas:
- Madrid Empresa Sostenible, un espacio con todas las herramientas necesarias y la información actualizada sobre tendencias, novedades, formación, ayudas y políticas del Ayuntamiento de Madrid. De su mano, las pymes madrileñas tienen acceso a talleres y servicios, artículos, servicios específicos y manuales y documentos para que puedan transformarse, crecer y consolidarse en materia de sostenibilidad.
- Calculadora de Carbono: Esta herramienta permite a las empresas identificar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) que generan directa o indirectamente a través de sus actividades. Gracias a esta información, pueden adoptar medidas concretas para reducir su impacto ambiental y demostrar su compromiso con la Agenda 2030, especialmente con el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 13: Acción por el clima.
Los Servicios empresariales de la Cámara de Madrid te ayudan a implementar los criterios ESG en tu organización
La implementación de criterios ESG en las empresas no solo responde a una exigencia normativa creciente, sino que representa una oportunidad estratégica para transformar el modelo de negocio hacia uno más sostenible, ético e inclusivo. Al integrar prácticas medioambientales, sociales y de gobernanza en su día a día, las organizaciones pueden mejorar su competitividad, atraer talento comprometido y fortalecer su reputación ante clientes, inversores y otros grupos de interés.
Además, contar con el apoyo de instituciones como la Cámara de Comercio de Madrid facilita este proceso, especialmente para las pymes que buscan orientación y herramientas prácticas. Iniciativas como Madrid Empresa Sostenible o la Calculadora de Carbono permiten avanzar con paso firme hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030. En definitiva, apostar por los criterios ESG es hacerlo por un futuro empresarial más resiliente, justo y responsable.