El talento senior, de minorías, de distintos orígenes, con diferentes capacidades cognitivas no hace más que aumentar la capacidad competitiva de una empresa. in olvidarlo de la igualdad, te lo contamos.
La diversidad, al igual que la igualdad de género en el entorno laboral, no solo es una cuestión de equidad y justicia social, sino que también representa una ventaja competitiva significativa para las empresas en un mundo cada vez más globalizado y complejo. Son muchas las visiones a tener en cuenta, más allá de la demografía de nuestra plantilla.
En concreto, las variables más tenidas en cuenta en las empresas con la diversidad de género o de la discapacidad. También está el colectivo LGTBI o el senior. Pero otras, como la diversidad cognitiva, cuesta más medir o concretar. Es el caso de la diversidad de liderazgo, la diversidad de personalidad, la diversidad de resolución de problemas o de pensamiento crítico.
Igualdad y diversidad, ¿es lo mismo?
La igualdad de género y la diversidad son conceptos relacionados pero distintos, ambos juegan un papel crucial en la construcción de sociedades justas y equitativas. La igualdad se centra en proporcionar a todas las personas las mismas oportunidades y derechos, independientemente del género. Su objetivo principal es eliminar las barreras y la discriminación sistemática que impiden que hombre y mujeres accedan a los mismos recursos y oportunidades.
Por otro lado, la diversidad celebra y valora las diferencias individuales y grupales, reconociendo una amplia gama de características y experiencias humanas. Esto incluye diversidad cultural, étnica, de género, de orientación sexual, de capacidades físicas, y más. El enfoque de la diversidad es fomentar un entorno inclusivo donde las distintas perspectivas y experiencias sean valoradas y aprovechadas, enriqueciendo así las organizaciones y la sociedad en general.
Diversidad, soluciones innovadoras
Como decía Yolanda Domínguez en un artículo, “podríamos decir que una empresa cuenta con una variedad de perfiles, pero no asegurar que la empresa es igualitaria”. La diversidad en términos de género, etnia, edad, origen socioeconómico y experiencia profesional conlleva una variedad de perspectivas y enfoques para abordar problemas y desafíos. Esta multiplicidad de puntos de vista fomenta la creatividad y la innovación al ofrecer diferentes maneras de pensar y resolver problemas. Lo mismo que el compromiso laboral con la igualdad.
La mejora de la posición de marca, También está la mejora del rendimiento. La diversidad impulsa un ambiente de trabajo dinámico que promueve el intercambio de ideas y el aprendizaje continuo entre empleados con diferentes antecedentes y habilidades. Este intercambio enriquece el flujo de conocimientos y habilidades, lo que a su vez mejora el rendimiento individual y colectivo de los equipos.
Talento y mejora de la reputación
Otra de las ventajas que tiene la diversidad es la mejora de la reputación y atracción de talento. Las empresas que valoran y promueven la diversidad suelen ser percibidas como más inclusivas y socialmente responsables. Esta reputación positiva puede atraer talento diverso que busca un ambiente de trabajo inclusivo y que valore la igualdad de oportunidades. Además, una fuerza laboral diversa puede ayudar a la empresa a comprender y satisfacer las necesidades de una base de clientes cada vez más diversa.
A largo plazo, se ha demostrado que la diversidad mejora la adaptabilidad y la resiliencia. La diversidad en el lugar de trabajo fomenta la adaptabilidad y la resiliencia organizacional al exponer a los empleados a una variedad de perspectivas y enfoques para resolver problemas. Esto permite a las empresas estar mejor equipadas para enfrentar los desafíos en un entorno empresarial en constante cambio, ya que están más abiertas a nuevas ideas y formas de trabajar.
La diversidad: un deber normativo
Otro de los aspectos que no debemos olvidar son el cumplimiento normativo y legal. En muchos países, la diversidad en el lugar de trabajo es un requisito legal y normativo. Las empresas que valoran y promueven la diversidad no solo cumplen con estas regulaciones, sino que también están mejor posicionadas para evitar posibles controversias legales y conflictos relacionados con discriminación y falta de inclusión.
En resumen, la diversidad en las empresas no solo es un imperativo ético, sino también una ventaja competitiva clave que impulsa la innovación, mejora el rendimiento, fortalece la reputación y la atracción de talento, promueve la adaptabilidad y el cumplimiento normativo. Las empresas que reconocen y aprovechan la diversidad como un activo estratégico están mejor posicionadas para prosperar en un entorno empresarial cada vez más diverso y globalizado.
Una herramienta para medir la diversidad
Ya existen varias herramientas para medir el nivel de diversidad que hay en nuestra plantilla. Estas deben tener en cuenta tanto la parte calificativa como la cuantitativa. Una de estas herramientas puede ser el test European Diversity Charter. Dirigida a empleadores de los sectores público y privado y a organizaciones tanto grandes como pequeñas, puede servirnos de autoevaluación en menos de 30 minutos.